martes, 29 de julio de 2014

Hace rato que no lloraba

No recuerdo cuando fue la última vez que lloré por tristeza, era gracioso pensar que mi vida era tan feliz que para llorar un poco debía ver una película triste. Ayer empapé mi almohada y las razones para hacerlo no deberían ni existir. Decidí correr un riesgo, entregar un poco de mí para recibir algo más de lo que me sobra. ¿Por qué? no tengo idea, lo más razonable es por locura. Pero si eso me está causando tristeza en lugar de alegría, entonces no vale la pena..., la vida es muy corta para pasarla llorando, hay que aferrarse a la felicidad, "defender la alegría como una trinchera" como lo dice mi estimado Benedetti.


Defender la alegría como una trinchera 
defenderla del escándalo y la rutina 
de la miseria y los miserables 
de las ausencias transitorias 
y las definitivas 



defender la alegría como un principio 
defenderla del pasmo y las pesadillas 
de los neutrales y de los neutrones 
de las dulces infamias 
y los graves diagnósticos 


defender la alegría como una bandera 
defenderla del rayo y la melancolía 
de los ingenuos y de los canallas 
de la retórica y los paros cardiacos 
de las endemias y las academias 



defender la alegría como un destino 
defenderla del fuego y de los bomberos 
de los suicidas y los homicidas 
de las vacaciones y del agobio 
de la obligación de estar alegres 



defender la alegría como una certeza 
defenderla del óxido y la roña 
de la famosa pátina del tiempo 
del relente y del oportunismo 
de los proxenetas de la risa 


defender la alegría como un derecho 
defenderla de dios y del invierno 
de las mayúsculas y de la muerte 
de los apellidos y las lástimas 
del azar 
y también de la alegría.

Lee todo en: Defensa de la alegría - Poemas de Mario Benedetti http://www.poemas-del-alma.com/defensa.htm#ixzz38roo9TT8



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