Por ejemplo, tú te sientas a ver un río, el río es el mismo, pasa siempre por el mismo lugar, se está repitiendo la misma acción de ver fluir el agua, pero una gota, esa gota que hace parte del río y pasa justo frente a tus ojos es irrepetible, nunca más volverá, se irá y no regresará, la habrás perdido, hay muchas gotas en el río, pero, hay muy pocas gotas que tienen ese brillo y ese encanto que haces que la quedes viendo hasta cuando se pierden de tu vista. La vida es un instante, las gotas se van, sólo puedes tomar una, y la que tomes espero que sea la que te guste y la que valía la pena.
Ya lo dijo mi estimado Benedetti en su poema "Variaciones sobre un tema de Heráclito"
No sólo el río es irrepetible
tampoco se repiten
la lluvia el fuego el viento
las dunas del crepúsculo
no sólo el río
sugirió el fulano
por lo pronto
nadie puede
mengana
contemplarse dos veces
en tus ojos.
Hay gotas de agua que fluyen seguras dentro del cauce del río, hay otras que prefieren saltar y morir en los labios de aquel que se acercó a beber.
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