miércoles, 16 de septiembre de 2015

No pasó nada, pero la esperanza no muere

No quisiera ventilar mi vida, pero sé que hay personas que a lo mejor se topan con mi blog y les puede servir más que a mí mis palabras.

He notado que soy hábil para aconsejar pero inútil para aplicar esos mismos consejos en mi vida. Siempre digo: sonríe, levántate, sé feliz, la vida está ahí para que la tomes y la vivas, no dejes que la felicidad dependa de otros, y demás palabras de color rosa..., pero la verdad es que no todos los días son soleados, y no todos los días son buenos. Hay días malos, otros pésimos y están los peores, pero estos juntos con los buenos hacen que esta vida te vaya dejando enseñanzas y alegrías; cicatrices y recuerdos; añoranzas y olvidos.

Hace unos meses escribí que esperemos que la ciencia me ayude, pues no ayudó sin embargo la esperanza no ha muerto. La ayuda que necesito sólo viene de Dios y las cosas salen como Dios quiere. Voy en camino a enfrentarme nuevamente con las decisiones de Dios, voy confiada pero también decidida aceptar su voluntad.

Veamos que pasa.

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