Es difícil decir adiós, es muy difícil desprenderse de las cosas o de las personas que quieres y has amado, pero en algún momento lo tendrás que hacer, porque la vida es así, nada es tuyo para siempre. Creo que es sano decir adiós, tener el tiempo de decirlo debe ser una fortuna, lo doloroso es cuando no puedes hacerlo. Como en la película de "Pi, una vida extraordinaria" cuando el tigre se pierde entre la selva sin una última mirada de despedida.
Si alguna vez no alcanzo a despedirme quiero pedir perdón a todas las personas que causé daño con o sin intención, quiero agradecer por todo lo vivido, por lo bueno y por lo malo, por los sueños y las realidades, por las risas y las lágrimas, quiero que escuchen de mí una voz diciéndoles: "me alegra haberlos conocido, lamento no haber hecho más por ustedes, los quiero y los llevaré siempre en mi corazón".
Este es un adiós anticipado, por si no alcanzo hacerlo en persona.
Gracias a Dios coincidimos en este pedacito de vida. Espero que sí tengamos tiempo de despedirnos.
Al menos darnos un último abrazo.
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