No sé lo que me espere, pero tengo un extraño sentimiento que puedo hacer todo aquello que me proponga. No hay nada que a uno lo detenga cuando se tiene voluntad y amor por lo que se hace.
Yo pongo en las manos de Dios mi futuro y a Él entrego mi vida, yo no me pertenezco, yo soy quien soy porque Él me conduce. Nunca me ha faltado amor y salud, espero que los años que venga siga igual de bendecida, eso será más que suficiente para perseguir mis metas.
Futuro allá voy!
No hay comentarios:
Publicar un comentario