viernes, 19 de diciembre de 2014

Cuarto día de la novena

Oración Inicial

No hay amor más puro que el tuyo Señor. Viniste a la tierra para ser como nosotros, sufriste lo insufrible para demostrarnos que hasta en el peor de los momentos debemos confiar en Dios. Viniste a nacer, no en cuna de Rey, pero declaramos que eres el Rey de nuestras vidas y te pedimos que gobiernes nuestros corazones. Que seas nuestro buen pastor y que cuando nos perdamos salgas a nuestro encuentro.
Amén.

Presentación del personaje del día:

Estar atentos a los signos de los tiempos, es vivir en una relación profunda con Dios, nuestros hermanos y el cosmos. Hoy meditaremos sobre la lectura de estos signos en nuestras vidas, recordándolos como aquella gran estrella que anunció el nacimiento del Mesías. La estrella de Belén no es cualquier estrella en el cielo, es el signo que guía hasta encontrar al Salvador que ha nacido, pero solamente pueden darse cuenta de ello los que miran el mundo con ojos que buscan al verdadero Dios. De esta manera, hay muchos detalles en nuestras vidas que nos pueden indicar a este mismo Salvador. No hace falta que sea una estrella de Belén, pero sí que tengamos los ojos y el corazón bien abiertos para que podamos descubrir aquello que nos guía a Jesús.

Lectura Bíblica. (Ap 22,12-17):

Dice el Señor: «Voy a llegar pronto y llevo conmigo el salario para dar a cada uno conforme a su trabajo. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin. Felices los que lavan sus ropas, porque así tendrán acceso al árbol de la vida, y se les abrirán las puertas de la ciudad. Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira. Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para decirles lo que se refiere a las Iglesias. Yo soy el Brote y el Descendiente de David, la estrella radiante de la mañana.» E l Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!» Que el que escucha diga también: «¡Ven!» El que tenga sed, que se acerque, y el que lo desee, reciba gratuitamente el agua de la vida.
Palabra del Señor.

Oración Final 

Entender la palabra de Dios requiere de una capacidad que supera las humanas, para poder comprenderla debemos pedir la intercesión del Espíritu  Santo. Sabemos que Dios es la luz en la oscuridad, es la estrella radiante de la mañana, quien se acerque a Él no se perderá. Dios calma la sed del sediento de amor, Él es el pan vida, quien coma de él no morirá. Dios nos hace la invitación de permanecer en Él,  para hacerlo sólo debemos rendirnos a sus pies y entregarle nuestro ser. Hoy aquí, tus hijos, quienes hacemos este hogar, nos entregamos a ti para declararte como nuestro Dios Salvador y el gobernador de nuestras vidas.
Amén

Reflexiones por Navidad


Cantemos un poco y alegrémonos porque Jesús está aquí :-)




El texto a excepción de las oraciones ha sido tomado de la página de Néstor Briseño quien propone rezar la novena dedicando un día a cada una de las figuras que compone el humilde pesebre. Y los videos son tomados del sitio web yesheis.com una forma interesante de compartir a Jesús y de You Tube.

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